jueves, 7 de octubre de 2010

MARIO VARGAS LLOSA PREMIO NOBEL

Mario Vargas Llosa ha ganado el Nobel. En su momento (vid. infra) ya hice referencia a su candidatura, aunque me mostraba escéptico. No sólo reconoce sus méritos literarios, sino que también es bueno para la Lengua Española, tan denostada por algunos enemigos de España que persiguen a los que la utilizan aun dentro de su propia Patria. La lengua de España, de Hispanoamérica y una de las más enseñadas en el mundo es premiada de forma indirecta a través de este Premio Nobel, demostrando su pujanza pese a quienes pese. Y servirá de estímulo para quienes no han leído nada de este escritor, invitando a los demás a redescubrir su obra. Enhorabuena a Vargas Llosa y a la Lengua Española.

miércoles, 26 de mayo de 2010

EL FUTURO ES UN ASESINO

Algún día, cuando todo sea ya pasado, tal vez rememores mi nombre y creas oír mi voz. Y yo estaré un poco ahí, en algo parecido a un recuerdo, que sentirás latir al ritmo cadencioso de tus lágrimas.

jueves, 19 de abril de 2007

"TRAVESURAS DE LA NIÑA MALA", DE MARIO VARGAS LLOSA


"Travesuras de la niña mala", de Mario Vargas Llosa, es una novela recomendable. Vargas Llosa es uno de los más reconocidos escritores en lengua española e, incluso, se trata de un serio candidato al Nobel, aunque ya se sabe que, cada vez más, el otorgamiento de tal Premio, y no sólo el de Literatura, está terriblemente condicionado por intereses políticos y coyunturales. En cualquier caso, no sé si es merecedor o no de tal Premio, seguramente no, pero la novela citada es interesante, absorbente, está muy bien escrita y perfectamente estructurada. No es poco, desde luego.

Se trata de una historia de amor, o de desamor, o de los destrozos y las alegrías que puede causar amar a la persona que no conviene. Si bien la narración se hace en primera persona por parte del protagonista masculino, el personaje más interesante, y en el que en realidad se centra no sólo el título, sino también la propia narración, es la mujer que le da título, la “niña mala”.

Los personajes secundarios, por su parte, son propiamente eso, secundarios, incluso prescindibles, aunque no sobran.

La tesis que se desprende de la novela es que el amor puede justificar una vida y puede también destruirla, y, así, vemos cómo da la vida, pero también la quita; cómo puede dar la felicidad y también la mayor tristeza. El tema es, obviamente, universal, muy trillado e incluso tópico. Sin embargo, y de ahí uno de los mayores méritos de la obra, Vargas Llosa logra una novela original y entretenida. Se aprecia su oficio y buen hacer. Este Vargas Llosa más universal y lírico es más interesante que el Vargas Llosa étnico y épico de “Lituma en los Andes” o “La fiesta del Chivo”.

Para mí, lo que sin embargo sobra en la novela es la continua utilización de expresiones y giros peruanos, que aportan poco, entorpecen bastante la lectura y de los que, creo, ha abusado. También me parece fuera de lugar, y una innecesaria cesión a los intereses comerciales, el contenido erótico de algunos pasajes.

Con todo y con eso, da gusto leer una novela bien escrita, de destacable interés tanto en la forma como en el fondo, y que seguramente se convertirá (posiblemente lo haya hecho ya) en un éxito de ventas, pero, a diferencia de los de su especie, digno y aconsejable.

martes, 17 de abril de 2007

LAS TRADUCCIONES

Alguien dijo que no se puede traducir la poesía, igual que no se puede traducir la música. Yo añadiría que tampoco la pintura, ni otras artes. La primera afirmación, la referente a la poesía, no es realmente cierta, porque sí se puede, aunque seguramente no se debe. Estoy de acuerdo, me parece indeseable, en el sentido literal, leer traducciones, y por eso yo, que no soy capaz de leer correctamente en una lengua distinta al español, rehúyo autores extranjeros, o, mejor, que escriben en lenguas distintas a la mía, y me centro en los que lo hacen en castellano. Existen traductores excelentes, pero eso no refuta mi tesis, porque en cualquier caso adulteran la obra traducida, quizá mejorándola, pero, en cualquier caso, interpretando de alguna forma el original, que llega al lector de manera indirecta, interpretado por otro. Algo parecido sucede con muchas películas, cuyo doblaje otorga a sus actores una calidad interpretativa de la que carecen en la versión original. Por eso, si tengo que elegir, escojo autores españoles o hispanoamericanos, y sólo esporádicamente leo traducciones, que, en todo caso, disfruto menos. No me quejo, pues realmente en la literatura escrita en mi lengua ha habido y hay escritores extraordinarios, hasta el punto de que creo que somos una verdadera potencia en ese aspecto, y por lo tanto, tengo a mi disposición calidad y variedad de sobra. A título de ejemplo, el último libro que he leído, “Travesuras de la niña mala”, de Mario Vargas Llosa, al que dedicaré un próximo articulito.

jueves, 29 de marzo de 2007

EL "SPANGLISH"

A mí el spanglish siempre me ha parecido una horterada, una muestra evidente de incultura y una indeseable cesión a los anglosajones, que tan pocas nos han otorgado a los demás. Creía, iluso, que se limitaba a determinados ámbitos geográficos y sociológicos que habían sido colonizados a causa de su menor nivel económico y cultural y su cercanía física a pujantes países, con vocación de continentes. Es decir, consideraba que el fenómeno se limitaba a Puerto Rico (al fin y al cabo desde hace más de cien años bajo el control más o menos intenso de EE.UU., tras robárselo a España), a México o a la población hispana de EE.UU. Sin embargo, observo con inquietud que cada vez más ese spanglish se está haciendo hueco entre las capas más esnob de la sociedad, por considerarlo, al revés de lo que sucede con el “spanglish tradicional” (por decirlo de alguna manera), socialmente prestigioso, aunque, por supuesto, no lo llaman spanglish, sino “globalización”. Y, así, es habitual en el mundo de la Empresa (del business, dirían ellos), no celebrar reuniones, sino meetings; no hacer una llamada telefónica conjunta, sino una conference call, ni una auditoría, sino una due diligence; ya no se hacen listados, sino check list, mientras los puntos para fumadores de los aeropuertos son smoking points, y los programas de vacaciones para los fines de semana, son ahora para los weekends, y, en fin, a nadie se le ocurriría decir “correo electrónico”, si puede decir e-mail. Los que procuramos no ser tan esnob, ni nos apetece lo de ser cool, ni fashion, ni bobos, optamos por no salpicar una conversación con decenas de expresiones en inglés, y, al revés, si somos capaces de expresarnos en un perfecto castellano, sin faltas gramaticales, ni vulgarismos, nos damos por satisfechos. Creo que en ciertos casos, algunos tratan de suplir su imperfecto conocimiento de su lengua introduciendo expresiones en inglés que actúen de disfraz, ocultando aquellos defectos. Por mi parte, y con el permiso de la R.A.E., que lo ha concedido en su diccionario, no escribo ni siquiera “whisky”, si puedo escribir "güisqui". Y, luego, muchos de aquéllos a los que se les llena la boca con todas esas expresiones, critican el Imperialismo yanqui, sin darse cuenta de que uno de los primeros pasos de la colonización es a través de la lengua, y ellos mismos están actuando, así, como una tonta quinta columna. Ya decía Einstein que “Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y no estoy seguro respecto al primero”.

miércoles, 28 de marzo de 2007

¡VIVA LA EÑE!



A veces me he preguntado por qué no se utiliza más a menudo una letra tan nuestra, como es la “ñ”, a modo de símbolo de España. Por ejemplo, ya que ahora está de moda incorporar a la bandera nacional determinados símbolos supuestamente españoles (como el toro de Osborne, que no me acaba de convencer, a decir verdad), yo propongo incorporar una enorme “Ñ” en el centro de la enseña. Esta letra es propia de nuestra lengua mayoritaria, la lleva el nombre de nuestro País e incluso uno de los tacos más habitualmente utilizados por todos. Además, quizá fuera el espaldarazo definitivo a su conservación, en contra de una cultura anglosajona tan omnipresente, tan amenazante a todo lo que le es extraño. Sería un buen momento, justo ahora que se va a incorporar (¡por fin!) la “ñ” a internet, de manera que en breve, según parece, podremos disponer de dominios web con eñe. Brindo por la “Ñ”. Creo que se merece ese honor de colocarse en un lugar preferente de nuestra bandera no oficial, y me gustaría verla pronto en los graderíos de los estadios.

martes, 27 de marzo de 2007

EL DÍA EN QUE LA JUSTICIA SE QUITÓ LA VENDA

Por traer a Otegui a un reciente ¿juicio? -más parecía que se recreaba una novela de Kafka, que se impartía justicia, con un fiscal que cualquiera diría que se había transmutado en abogado defensor; un terrorista o ex-terrorista o lo que sea, que parecía un honrado padre de familia; y este Gobierno nuestro, que cualquier día le pone una calle o lo hace Ministro de Justicia, a este paso-, nuestro País se gastó, según se dice, unos 467.000 euros (más de 77 millones de pesetas). Y ni se sabe cuánto nos está costando mantener tan cuidadito a de Juana, el pobre. El caso es que me he vuelto a acordar de lo que publicaba ayer: los buitres y la niña que agoniza. ¿Cuántas niñas podríamos alimentar con esos 467.000.- euros y lo que sume lo que llevamos gastado con el otro? Yo prefiero salvar niños que alimentar buitres, qué queréis que os diga. Y no es demagogia; es sólo que no doy crédito a lo que está pasando y me estoy volviendo un poco más cínico, en el sentido clásico del término.